lunes, 17 de agosto de 2009

Vida y muerte en la montaña. "Touching the void" y Óscar Pérez

Supongo todo el mundo andará al tanto de lo ocurrido estos días con el montañero oscense Óscar Pérez. Hay situaciones de la realidad que sobrepasan con creces la más drástica de las creaciones. Difícilmente se puede llegar a crear una situación tan rocambolescamente dramática como la que ha ocurrido estos días en el Latok II. Este artículo de “El país” lo muestra mejor de lo que yo podría explicarlo:
http://www.elpais.com/articulo/deportes/basta/humanamente/imposible/elpepidep/20090817elpepidep_7/Tes
Toda esta situación relacionada con el atrayente y arriesgado mundo del montañismo, si me ha traído al recuerdo el magnifico docudrama “Touching the void” (Kevin McDonald, 2003). Éste reconstruye una situación parecida, pero que alcanzó afortunada e increíblemente un feliz final distinto. En este documental ocurre una variable curiosa y magníficamente lograda por la contradicción que supone. A pesar de que el narrador de la historia es el propio protagonista de ella (Joe Simpson, el escalador protagonista de la hazaña), y por consiguiente sabemos que al final se salvará, nos mantiene en vilo. Que ocurrirá en cada momento, y como se podrá salir de algunas situaciones que parecen no tener escapatoria posible, es la base dramática. Nada de misterio; impulso directo. Las situaciones basadas en una escapada precipitada de la muerte son tan extremas, que el punto de vista es perfecto: Casi llegamos a creer que de algunos momentos no escapará con vida, a pesar de que sabemos que eso es imposible ya que él mismo es quién está narrando la historia.

2 comentarios:

Scotty dijo...

Amigo Intruso: en su día vi esta película, que me gustó muchísimo. Es lo que te digo en otro post de tu Blog: el documental me atrapa mucho más cuando se impregna de ficción, o se utiliza la ficción para enriquecerlo. Creo recordar que lo interpreta el protagonista de tan increíble aventura. O sea, que “vive” por segunda vez aquella odisea recreándola para las cámaras. Es impresionante la valentía, rayana en la locura, de éstos aventureros de la nieve y de las alturas.

He leído que la familia de Óscar Pérez ha dicho más o menos que lo que les consuela es que el alpinista estaría contento si supiera que su tumba no es un nicho adocenado de un cementerio cualquiera: que tiene para él nada menos que toda la inmensidad de aquella montaña.

Creo realmente que es una hermosa reflexión y una conclusión que puede servir de consuelo a los que le querían. Saludos.

El intruso cuentacuentos dijo...

Si. Para los montañeros si han de morir lo que quieren es que sea en la montaña. Pero vaya situación terriblemente dramática para todos los protagonistas...