Pido disculpas a la legión de seguidores de este blog, por haber tenido una ausencia prolongada, por causas que esperamos se trasformen en buenas noticias. De resultar así, lo confirmaremos en la medida de lo posible por aquí. De no resultar así, no confirmaremos nada…
Andamos estos días un poco revueltos, pero sobre todo sin tiempo. Precisamente debido a esta falta de tiempo, y a que yo no lo hubiera dicho mejor, copio aquí, este didáctico artículo de Félix Sabroso sobre el proceso de escribir (extraído de la nueva página de ALMA).
Muchas veces cuando paseo con Dunia, miramos las ventanas de las casas con las luces encendidas. Podemos ver lámparas, algún mueble cercano al balcón, techos, estanterías con libros... Cada vez que vemos una casa encendida tras una ventana que no es la nuestra y en otra calle que no es la nuestra, se nos van los ojos porque imaginamos lo que allí dentro se cuece: la historia de otras personas.... Sí, se nos van los ojos detrás de las vidas de otros porque jugamos a imaginar el significado que tienen sus actos y experiencias, lo que simbolizan en forma de historia. Darle sentido temático a una estampa. Es un ejercicio que además utilizo alguna vez que he tenido la enriquecedora oportunidad de impartir talleres de guión: Uso láminas que reproducen fotos o pinturas de personas en situaciones cotidianas para estimular el imaginario, para construir situaciones, vidas y personajes a partir de dichas imágenes. Creo que eso ayuda a afinar la mirada, pienso que es fundamental ser capaz de interpretar el aspecto simbólico de cualquier situación cotidiana, lo que esta oculta para ofrecer una escritura consciente, con un valor que no se quede sólo en lo anecdótico, que trascienda a la mirada ingenua.
La tele nos está malcriando a unos excesos de evidencia que merma nuestra capacidad para indagar en las historias en busca de lo que estas internamente simbolizan, en busca de nuestra personal interpretación de la misma. Creo que nuestras miradas se van volviendo más vagas a la hora de ver ficción e indagar en ella. Es la era reality, la verdad cuanto más cruda sea y menos susceptible de ser interpretada, mejor.
El proceso de escritura, es doloroso. Al principio no sabía porque costaba tanto sentarse a escribir, crearse una disciplina. No me conformaba con pensar que era simplemente pereza. Escribiendo he descubierto que pones en juego todos tus recursos, sacas a fuera tus límites, tus fragilidades y en definitiva remueves las insondables aguas de tu propio inconsciente. Todo eso genera muchísima resistencia pero sin embargo es una labor a la que no puedes evitar acabar volviendo. No sé si tiendo a escribir o si tiendo a no hacerlo, pero por ahora siempre vuelvo a la hoja en blanco. Veremos como va la cosa. Veremos cuanta escritura acabo sumando.”
1 comentarios:
¿"Esperamos que se transformen en buenas noticias"? A ver si es verdad. ¡Suerte!
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