sábado, 17 de enero de 2009

Mi nombre es Harvey Milk

Bueno parece que el año no empieza mal del todo cinematográficamente hablando (a ésta tengo que añadir la notable “Romanzo criminale” que ví hace dos semanas).
“Mi nombre es Harvey Milk”, me parece junto con “Drugstore Cawboy” las mejores películas que yo haya visto de Gus Van Sant. El estilo narrativo me parece muy acertado, aparte de que como valor extra hay que añadir en mi opinión, que por el contrario de biopic clásicos, este ejecuta con finura la mezcla de la vida real, y el formato expuesto. Dicho de otro modo; mezcla ficción con realidad en forma en que no salga perjudicada la fidelidad a la historia, y a su vez lo expuesto no sólo se convierta en únicamente un espejo purista y aburrido de la realidad. La interpretación de Sean Pean es excelente. Los biopic suelen ser para los actores un trampolín a lo trivial. Suben en aceptación ante el “gran público”, pero su labor actoral no es la que más les llena. No crecen, no se realizan. Al final no es otra cosa que una imitación con matices. Les tira para atrás, porque el personaje ya viene creado. Sin embargo en esta interpretación de Pean, se perciben variables. La evolución del personaje está perfectamente matizada. Harvey Milk pasó de ser un ejecutivo a un hippie y de ahí a político. Aparte en el aspecto personal parece ser que se le subió un poco el ego, y la tontería a la cabeza en su ultima época (cosa que el guión sólo refleja levemente). Sin embargo todas estas variables las ejecuta Pean casi sin que nos demos cuenta de ello, pero de forma precisa. La contención del personaje en la parte personal, es también muy destacable. Persona de contrastes sin histrionismo, personaje difícil (los maticessssss).
Por poner algún pero he de decir que no me gustó en exceso la evolución del personaje de Dan. Demasiado abrupto parece ese arraigo del odio y la envidia, como para llegar a ese fin .
Los biopic no son santo de mi devoción. Prefiero el cine documental. Aunque lo que si me gusta de ellos es que no importa poner spoilers...



Saludos.

6 comentarios:

Álvaro dijo...

Hola… a mí también me gustó. Estoy de acuerdo en que es un acierto la incrustación de lo “real” dentro de la ficción. De hecho esa inquietante Anita Bryant llega a funcionar como un personaje más sin necesidad de buscar una actriz para encarnarlo (aunque Sarah Palin habría dado el pego estupendamente).
Lo que más me molesta de estas ideologías excluyentes es la gran hipocresía que suele acompañarlas: y es que encima de querer joderte la vida, los tíos van de santos, incluso de que te “quieren”… hay que fastidiarse.
También pienso lo mismo en cuanto al personaje de Josh Brolin. No está muy bien trazado que digamos (por cierto, aluciné con la información que dan al final sobre su breve condena: si la comida basura fuese un atenuante para el crimen, la mayoría podríamos salir absueltos).

Saudiños.

El intruso cuentacuentos dijo...

Lo de Sarah Palin creo que nos ha venido a muchos a la cabeza (ya lo he oído por varios sitios). El problema es que treinta años es mucho tiempo, y sin embargo aún se encuentran no pocos especimenes, que piensan en esa línea. Aunque soy de los que cree que irremediablemente se terminarán auto aislándose como reductos, hasta desaparecer. Y si, tienes mucha razón en lo que dices que encima lo asocian a la piedad. Yo no soy gay, pero no me hace falta serlo, para decirles que se vayan a “querer” a su puta madre.

Saludos.

Álvaro dijo...

Yo también quiero pensar que son casos residuales, pero luego ves el millón personas que se congregan "a favor de la familia"... mira, ésa es otra de las hipocresías que me molestan: maquillar el ir en contra de algo haciendo como que se va a favor de otra cosa. Pero vamos a ver: ¿qué reivindicación hay que hacer de la familia cristiana y del matrimonio tradcional? ¿Acaso alguien está en contra? ¿Acaso a alguien se le priva de tal institución? No, entonces es una impostura reivindicarla porque no está en peligro, y lo que verdaderamente se está pidiendo es la prohibición de un derecho civil votado en el Parlamento. Es decir, se están cuestionando los resortes básicos de la democracia, buscando una teocracia. Esta gente es peligrosa...

El intruso cuentacuentos dijo...

Totalmente de acuerdo. De hecho creo que sólo una mente cercana a la enfermedad se puede plantear tesis de ese tipo. Es cierto que aún queda mucha gente en ese sentido, pero también el que cada vez parecen más arcaicos. La media de edad del millón de personas que asiste a esas manifestaciones (con autocar de ida y vuelta pagado), es similar a la que asiste de público al programa de Manuel Torreiglesias. Muerta esa generación, quiero pensar que las cosas van a evolucionar irremisiblemente, y si nos retrotraemos 20 años tan sólo, nos podemos dar cuenta que las cosas eran muy distintas.

Más bien una TeRoucocracia…

Saludos.

Martín dijo...

La verdad que "Milk" es una de las pelis que tengo pendientes para ver. En cuanto a lo que comentas de que empieza bien el año -cinematográficamente hablando- doy fe. Recomiendo "La clase" una ficción cercana al documental por su naturalismo. Un guión férreo aunque deja muchas preguntas en el aire y un tema que genera debate: hacia donde va la educación.
Aprovecho esta última frase para entroncar con vuestros comentarios, creo que con educación habría menos Sarah Palins y neocons.

El intruso cuentacuentos dijo...

Hola Martín. “La clase” la tengo pendiente. No me ha coincido por horarios hasta ahora. A ver si puedo verla este fin de semana próximo.