miércoles, 28 de enero de 2009

Cómo consigue Len Blum que Hollywood pase sus páginas (extraído de un artículo escrito en marzo de 2006 por Alex Vachon)

Len Blum ha escrito muchas comedias de éxito en los últimos 30 años, tales como The Pink Panther (La Pantera Rosa), Heavy Metal, Feds, Beethoven's 2nd (Beethoven 2, la familia crece), Meatballs (Los incorregibles albóndigas), Private Parts (Partes privadas)...

...El lector importante es aquel que puede firmarle al guionista un cheque por mucho dinero. Suele ser un hombre de más de 40 años. Algunas veces tienes más suerte y te toca una mujer; son más pacientes, sus ojos se mueven más despacio y lo digieren todo mejor. Pero lo más seguro es que sea un hombre de más de 40 años, y lo primero que necesitas saber es que el lector de Hollywood odia leer. Repítelo: ¡ODIA LEER! Tiene un equipo de unas 13 o 15 personas, encargadas de leer todo lo que les llega. Hay una joven china, un joven negro y un joven MBA de Harvard, y todos se encargan de leer el material que les envían los agentes (mucho material), porque estos lectores son un reflejo de la audiciencia. Cada lector puede leer 10 obras por semana. Sólo una de ellas es lo suficientemente buena como para ser enviada al lector de Hollywood. Es un deporte de equipo. El lector de Hollywood tiene diez lectores, cada uno de los cuales le envía un guión. Así que el sábado por la mañana le esperan diez guiones. Odia leer. Quiere ir a jugar al tenis, al golf, o a nadar, o a ver películas, pero no podrá hasta que no se lea los 10 guiones. Espera que todos sean una "mierda". Está deseando tirar el primero a la basura tan pronto como pueda. Sería estupendo poder rechazarlo con sólo leer la primera página. A este ritmo, podrá irse a jugar al golf a las 10:00. Coge el primer guión y mira a ver cuántas páginas tiene. Si tiene 130, pensará: "este cabroncete se cree que me va a mantener interesado durante 130 páginas… ¡ya lo veremos!". Se siente negativo, beligerante, y si puede descartar el guión tras leer el primer párrafo, lo tirará. Si el guión tiene 119 páginas, se sentirá mejor, y, si tiene 109, se sentirá bien, no le parecerá demasiado largo. Al final de la página 1 algo debe impulsarle a pasar a la página 2. Recuerda que él prefiere tirar el guión a la basura. Yo, personalmente, empleo una situación cómica. De modo que él está leyendo algo, nada complicado intelectualmente hablando, y entonces se ríe, sigue visualizando la situación, el pecho es sacudido agradablemente, y los ojos pasan a la esquina superior izquierda de la página, ávidos de nuevas experiencias alegres. Se van a mover hacia la parte inferior de la página 2, más felices de lo que estaban en la página 1. ¿Dónde debería estar la siguiente situación cómica? Al final de la página 2. El lector va a quedar tremendamente decepcionado si no la encuentra. Va a pensar: "Quizás esto está perdiendo ímpetu". Pero si vuelve a reírse al final de la página 2, pasará a la siguiente página. La siguiente mejor opción, en caso de que no cuentes con una situación cómica, es una pregunta irresistible al final de la página 1. "¿Te has acostado con ella?"; el lector pasará la página sólo para descubrir si él durmió con ella. Un trueque muy sencillo. Es muy importante que se mantenga este enfoque durante las primeras veinte páginas. ¿Por qué? Porque el lector de Hollywood no tiene ningún compromiso con tu historia, no conoce a tus personajes, todavía no le preocupan sus problemas. Cuando se involucre, le resultará más fácil pasar las páginas. Es una relación, y tú, el guionista, estás manipulando al lector. Una pequeña delicia al final de la página 1 para hacerle pasar a la página 2. Debes hacer que las páginas sigan pasando para que vaya aumentando su sentimiento de compromiso y su interés por tus personajes y sus problemas. No puedes presentar los problemas de tus personajes en la página 25. No conseguirás que llegue a la página 25. El problema, o el evento extraordinario, debe ocurrir más bien pronto...

Pues eso; si esto es vivir en serio, preferimos hacer el indio:


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